Fecha de recepción: 14 de octubre de 2019
Fecha de aceptación: 22 de enero de 2020
La apropiación social como un concepto que construye sentido en teorías, paradigmas y grandes relatos posibilita observar cómo se utiliza el término como motor de procesos particulares desde la filosofía hegeliana, la psicología, la literatura, el arte y hasta en el campo de las tecnologías de información y comunicación. Este trabajo revisa cómo estas significaciones repercuten cuando se las relaciona también con la ciencia y la tecnología. Esta variabilidad de significados hace posible una interpretación del legado de sentidos del término, a partir de la cual surge una propuesta conceptual para entender la apropiación social del conocimiento, científico y tecnológico, y su potencialidad de acción, como un factor emancipador del dominio, las asimetrías y desigualdades que marcan ciertos sistemas dominantes como el capitalismo cognitivo.
Palabras clave: apropiación social del conocimiento, conocimiento científico, comunicación de la ciencia, emancipación social, capitalismo cognitivo.
Social appropriation as a concept that constructs meaning in theories, paradigms and great stories makes it possible to observe how the term is used as an agent of particular processes from Hegelian philosophy, psychology, literature, art and even in the field of information and communication technologies. This paper reviews how these meanings impact when related to science and technology as well. This variability of significations allows an interpretation of the legacy of meanings of the term, from which a conceptual proposal arises to understand the social appropriation of scientific and technological knowledge, and its potential for action as an emancipatory factor from the domination, asymmetries and inequalities characterizing certain prevailing systems such as cognitive capitalism.
Keywords: Social appropriation of knowledge, scientific knowledge, communication of science, social emancipation, cognitive capitalism.
La información y el conocimiento han adquirido en las últimas décadas un destacado lugar en distintos escenarios, incluso se han convertido en una forma de caracterizar a la sociedad actual. Sociedad de la información, era de la información (Manuel Castells) o sociedad del conocimiento (Peter Drucker) son algunos de los términos que, acompañados de la diversificación de los medios de comunicación y en determinados contextos y modelos económico sociales, cobran relevancia.
Para
Es que estos términos no son una simple caracterización, sino construcciones con sentido. Cuando
Por su parte, el término sociedad del conocimiento, según
Así estos términos, que aparentan una sutil diferencia, son en realidad concepciones cargadas de impacto, sentido e intereses favorecidos desde los paradigmas dominantes e impulsadas a partir de una de las mayores transformaciones económico-sociales desencadenadas desde principios del siglo xx: el paso del capitalismo industrial a uno informacional y cognitivo.
Por ello, desde las tesis del capitalismo cognitivo propuestas por autores como Corsani, Cocco, Moulier-Boutang, citados en
Tanto la filosofía hegeliana como la psicología, la literatura, el arte, el hábitat humano, entre otros espacios, utilizan el término apropiación como motor de procesos significativos. La aproximación en el campo de la comunicación y, de manera particular, en las TIC, nos brinda herramientas importantes para examinar e interpretar esta problemática. En tal sentido este trabajo da cuenta del estado del arte de la noción de apropiación social y pone a consideración la actualidad de esta temática en referencia a su vínculo con el conocimiento científico y tecnológico.
La variabilidad de los significados que se le asignan al término apropiación suelen estar determinados por el ámbito, disciplina y perspectiva desde donde se utiliza la expresión. Sin embargo, a través de un recorrido por algunas de sus definiciones, es posible observar cómo la apropiación ha ido adquiriendo un sentido distinto, aunque a la vez común, en un número considerable de sus acepciones disciplinarias.
Esta situación lleva, sin duda, a preguntarnos por el origen de la utilización del término, más allá de su significado etimológico y lexicográfico. En esta búsqueda, se destacan ciertas posturas, la primera de las cuales indica que el surgimiento del concepto apropiación estaría presente en varios discursos filosóficos, que van desde las doctrinas de la Escuela Estoica griega (300 a. C.) hasta los postulados de Hegel (1821 d. C).
Sería éste último quien abordara la apropiación a nivel ontológico y desde allí le habría asignado una influencia en el desarrollo de reflexiones posteriores (
No obstante, a pesar de no existir un acuerdo formal sobre el origen del término, existe un entrecruzamiento de posturas al momento de trasladar el significado de la apropiación a un nuevo orden epistémico. Esta observación se evidencia, en el trabajo de análisis que realiza
Así pues, el significado de la apropiación se va matizando en las distintas instancias y disciplinas en la que es empleada, tomando en ciertas ocasiones una presencia tangencial o referencial, mientras que en otras se constituye como un elemento importante que dirige y acompaña determinadas perspectivas. Tal el caso de su presencia en el arte, donde existe un movimiento denominado apropiacionismo, que surge en Nueva York a finales de los años setenta y principios de los ochenta. El término acuñado por el crítico de arte Douglas Crimp, «proviene del concepto de apropiación porque sus artistas se apropian de elementos de otras obras para crear una completamente nueva a la que se re-contextualiza dándole un nuevo significado» (
Aunque esta corriente ha generado mucha controversia respecto a los derechos de autor, su lógica también se hace presente en el cine y el arte audiovisual, -incluso varios años antes- siendo su punto de emergencia los años cincuenta, cuando uno de los principales objetivos estaba basado en la posibilidad de crear material transgresor y de protesta simplemente reordenando las secuencias de una película convencional (
Por otra parte, en los ámbitos y discursos de la arquitectura, apropiación también significa «asignarle otras propiedades y valores a lo que se ha apropiado, si hay apropiación de algo (una idea, un objeto etc.) es algo nuevo, diferente al momento anterior a la apropiación» (
También relacionada con el arte, el campo literario es un espacio «fecundo para la apropiación, su plasticidad le permite al autor libertades imposibles en otros campos» (
En efecto, las palabras también son susceptibles de ser apropiadas, por ello, desde la perspectiva de
Estas coincidencias nos llevan a considerar, tal como mencionamos al inicio de este apartado, que en las diversas aplicaciones del término apropiación existen ciertas particularidades de base común, pero a la vez diferente, en cada uno de sus sentidos. Y es que el traslado de un lugar a otro implica una trasferencia, aunque sea parcial, de la categoría sobre la cual se generará un nuevo significado.
Sin embargo, este acto de apropiación, tal como lo venimos revisando, se contrapone a lo que en el Estado de derecho se entiende por apropiación, donde el término está relacionado con el problema de la propiedad privada (
Es en este marco que las prácticas de apropiación se enfrentan a la lógica del Estado de derecho e intentan en ciertas circunstancias enfrentar la articulación con el Estado desde otros rumbos. Por ello,
Debemos notar que en este caso ya no nos referimos a la apropiación de un sujeto individual, tal como sucede con los artistas, creadores, arquitectos, cineastas, o escritores, sino que hacemos referencia a la comunidad, a una suma de sujetos, tal como sucede con los procesos de apropiación del espacio, donde el acto de apropiación es aún más complejo pues, como señala
Aunque en ciertas ocasiones, estas prácticas se desarrollan de manera inconsciente, sin dar lugar a la reflexión sobre el actuar de los grupos y comunidades. Lo cierto es que la relevancia y propagación del concepto apropiación da cuenta de su importancia como catalizador y motor de procesos de transformación a nivel individual o colectivo. Lo que pone cada vez más evidencia su empleo en diversos ambientes, cobrando notoria relevancia la expresión, de manera particular, en América Latina.
La noción de apropiación en el campo de la comunicación ha conseguido un amplio desarrollo teórico y analítico, aunque los enfoques surgidos de ella no terminaron de constituirse en un elemento sólido. Su proximidad y asociación con el concepto de mediación da cuenta de su adecuación y procedencia, ya que como vimos previamente, fue Vygotsky (citado en
Posteriormente, el término obtuvo otras dimensiones para la comunicación, en particular en las propuestas de los estudios latinoamericanos de comunicación, que desde los años ochenta (
Las propuestas de los estudiosos de la comunicación desde América Latina, en cambio, mostraron enfoques más centrados en el concepto de uso social de los medios, que en el de la gratificación esperada por el receptor (
La emergencia de la pregunta sobre los públicos en este momento está marcada por la experiencia de la derrota de los movimientos sociales y por la necesidad de repensar el campo de lo político y su inscripción en la cultura (Andrés, 2014, p. 19 ).
El rol de
Es así como Martín-Barbero establece proximidades entre la comunicación y la apropiación social. Esta propuesta será reforzada, según
Así también,
A partir de los enunciados de Martín-Barbero y García Canclini, la corriente latinoamericana de recepción crítica se dispone reelaborar conceptos de otros autores, como
Sin embargo, aunque estos hechos dieron origen a un conjunto de estudios sobre recepción activa, desde distintas disciplinas, entre los que se destacan los aportes de Guillermo Orozco e Inés Cornejo, en México; Valerio Fuenzalida y Hermosilla, en Chile; y Jesús Martín-Barbero y Sonia Muñoz, en Colombia (
De acuerdo con
Si bien el concepto de apropiación en este enfoque comunicacional está relacionado con la importancia del sujeto activo, que se apropia y resignifica, no se puede aseverar que en todas las circunstancias se produce un proceso de apropiación, reflexión y resignificación crítica, ya que en muchos casos lo que se desencadena es simplemente la reproducción de ideologías, pensamientos, culturas, consumos, modos, etc. Por ello es imprescindible indagar sobre qué condiciones deben estar presentes para alcanzar una efectiva apropiación y recepción crítica de la comunicación y que impacto y efectos produce.
Una característica especial de la apropiación social en relación con la comunicación es la que se desprende del vínculo con las Tecnologías de Información y Comunicación, TIC, desde donde, de manera evidente, se cuenta con un importante bagaje de investigación teórica y práctica, con autores como
Es que a diferencia de los medios masivos (tradicionales) de comunicación como diarios, radio y TV, que se basan en una lógica donde unos son emisores y otros receptores, a través de los artefactos tecnológicos se puede ser, al mismo tiempo, receptor y productor de mensajes, lo cual da posibilidad a los sujetos (bajo ciertas circunstancias) de convertirse en creadores y administradores de contenidos. Esta eventualidad ha llevado al estudio de la apropiación social de TIC a ser un área de investigación que articula desarrollos teóricos de diferentes disciplinas como «teoría política, antropología, sociología, estudios culturales y socio-semiótica entre otros» (
En la trayectoria de la investigación referida a la apropiación de las TIC se destacan distintos trabajos que intentan dilucidar el entramado de estos procesos. Muchos de ellos no solo retoman autores que abordan el concepto de apropiación, aunque desde otras disciplinas, (
Una vertiente posible para entender las razones que han permitido ahondar la relación TIC/apropiación social, se da a partir de analizar dos cuestiones trascendentales: la crítica del imaginario social, construido a partir de las tecnologías y la distinción entre los términos apropiación e inclusión. En relación al imaginario social es evidente que las TIC se concretan en un ámbito sociohistórico específico, en el cual potencialmente el individuo tiene un acceso a ellas, cuenta con habilidades para usarlas en la práctica, pero sobre todo llegan a ser importantes para sus actividades cotidianas (
En este escenario de progreso, novedad y desarrollo como significaciones del sistema tecnológico capitalista (
En este punto neurálgico reside la distinción entre inclusión y apropiación social, donde esta última se presenta provista de un carácter de mayor proactividad
tanto en el sentido de capacitación para el uso de esas tecnologías, a favor de objetivos y proyectos propios, que contribuyan a la emancipación social de aquellos sectores y territorios marginalizados en el escenario hegemónico; como en la capacidad de desarrollo del aparato tecnológico (Maciel & Albagli, 2007, p. 17 )[1 ] .
Es por esta razón que el término apropiación cobra relevancia, sobre todo en propuestas generadas desde países en vías de desarrollo, donde el capitalismo ha logrado sembrar un imaginario en el cual la tecnología se presenta llena de promesas y posibilidades a las que solo hay que esperar y recibir.
Así pues, hay que decir que la apropiación social de las TIC se circunscribe a un proceso complejo que va más allá del uso y consumo y que considera que la sola promoción de la utilización de TIC en los países en desarrollo convierte a los sujetos sociales en actores pasivos y dependientes delante del proceso de globalización. Por lo tanto, se debe tener en cuenta que, aunque la comunicación y la información juegan un papel importante, no son suficientes y no necesariamente implican adquisición de conocimiento (
El recorrido previo contribuye a identificar la apropiación como un concepto que construye sentido en teorías, paradigmas y hasta grandes relatos que dominan el sistema de pensamiento occidental. El término apropiación social de la ciencia, de la tecnología, o la ciencia y la tecnología, ASCyT, ha surgido en las últimas décadas con distintas nociones y conceptualizaciones. Esta expresión, según
Entre algunos relevamientos que destacan en la recolección y análisis de la multiplicidad de propuestas están el trabajo realizado por
Desde esta revisión, también se puede evidenciar que los sentidos específicos de la apropiación se mimetizan con otros conceptos y prácticas, lo cual da cuenta de la falta de solidez teórica y acuerdos sobre sus procesos. Es que no es sencillo abordar esta problemática. Pensar en esta noción implica analizar una serie de elementos que no se reduce a una práctica específica y simplificada, sino a procesos complejos que se vinculan, desde luego, también con la concepción de conocimiento y sus significaciones. Allí, también se observa que, aunque la noción de conocimiento puede parecer una y evidente, «en el momento en que se la interroga, estalla, se diversifica, se multiplica en nociones innumerables, planteando cada una de ellas una nueva interrogación» (
Ahora bien, «este fenómeno […] es roto por la misma organización de nuestro conocimiento, en el seno de nuestra cultura; los saberes que, unidos, permitirían el conocimiento del conocimiento, se hallan separados y parcelados» (
Por ello, como una primera aproximación, es interesante dar cuenta de esta propuesta conceptual en torno a la ASCyT, que es fruto de una reflexión y revisión brevemente esquematizada en este trabajo, pero que está precedida por una observación más profunda planteada y detallada en la tesis doctoral de la que se desprende este artículo. Desde allí, se propone entender la apropiación social del conocimiento científico y tecnológico como un proceso a través del cual cada individuo o grupo social (colectivo), toma para sí, por voluntad propia, lo más conveniente del conocimiento científico y tecnológico, desarrollado en ámbitos específicos, y lo acomoda en respuesta a ciertas circunstancias o problemáticas, añadiéndole un nuevo sentido y creación que lo beneficie (
Se entiende que es un proceso porque se considera que la ASCyT está compuesta por un conjunto de fases y etapas complejas que se construyen y desarrollan de diversas maneras; y si bien las iniciativas de ASCyT surgen de manera voluntaria, en cada individuo o grupo son necesarios algunos hechos, acontecimientos o sucesos que incentiven e impulsen su desarrollo. Un proceso de apropiación puede desarrollarse, por ejemplo, a partir de una controversia en ciencia y tecnología, por problemas ambientales, de salud, etc. Se enfatiza que en este proceso los individuos o grupos no solo tienen la capacidad de tomar para sí lo más conveniente del conocimiento científico y tecnológico, sino que, además, para que estos elementos permitan efectivas soluciones a sus problemas, realizan procesos cognoscitivos relacionados con la ciencia y la tecnología y le añaden otros conocimientos, nuevos sentidos, significaciones y creaciones, sobre todo cuando se trata de procesos fuertes de apropiación.
Es de suponer que los procesos de ASCyT surgen y se desarrollan ante la falta de políticas públicas que fomenten la consulta y participación de la ciudadanía (sobre todo de los sectores menos favorecidos); sin embargo, la apropiación no siempre es sinónimo de participación ciudadana, sino un proceso que se inicia, por lo general, de manera voluntaria y no impulsado por el aparato democrático, pues hay que recordar que ciudadanía remite a una particularidad conceptual. A pesar de ello, cabe decir que una efectiva ASCyT es aquella que logra intervenir, promover e introducir políticas públicas que respondan a los reclamos y demandas colectivas.
Algunos de los casos que se pueden señalar como experiencias de ASCyT son el caso papeleras en Gualeguaychú, con la movilización social y la resistencia organizada contra la instalación de las fábricas de celulosa en las márgenes del río Uruguay (
Es decir, la apropiación social del conocimiento científico y tecnológico, no es solo el reclamo y demanda de participación, sino también la actuación en la resolución de un problema, de modo que las resistencias sociales y controversias son potenciales procesos de ASCyT. Algunos ejemplos que
La apropiación social del conocimiento científico y tecnológico es un proceso al que se lo puede considerar como un factor emancipador del dominio, las asimetrías y desigualdades. Quizá por ello no es raro que en América Latina el término ASCyT haya cobrado marcada relevancia; sin embargo, y para continuar con las contradicciones, este concepto es objeto de una serie de significaciones, que en general desvirtúan su sentido y generan acciones que, tal vez inocentemente, reproducen lógicas de dominio y quitan fuerza a este proceso.
Este trabajo pretende dar cuenta de la importancia de la definición conceptual en torno a la noción de apropiación social de la ciencia y la tecnología y la influencia de sus significaciones en torno a los sentidos heredados de distintas epistemologías. Además, se enfatiza en la necesidad de contar con estudios empíricos que vinculen este y otros desarrollos teóricos con las experiencias y procesos de ASCyT desde un abordaje analítico.
En cuanto al conocimiento y la pregunta sobre sus diversas nociones, se abre el debate en torno a la primacía del conocimiento científico, e incluso la validez y reconocimiento de considerar otras formas de conocer. Este cuestionamiento se enriquece cuando se fusiona con la ASCyT, proceso que no solo reproduce y utiliza saberes científicos y tecnologías, sino que lleva adelante modos cognoscitivo particulares, que reúnen distintos niveles y tipos de conocimientos.
Pero en esta complejidad también surgen preguntas tales como ¿qué es necesario conocer para apropiarse de la CyT?, ¿cómo apropiarse del conocimiento CyT?, ¿qué conocimientos, además del científico y tecnológico, son significativos para la apropiación?, ¿se trata de conocimientos individuales o grupales?, ¿cómo y por qué surgen procesos de apropiación?
Por ello, el abordaje en torno a esta problemática requiere una mirada interdisciplinaria. La multiplicidad de dimensiones que componen los procesos de APSCyT interpelan y para ello es importante tener una base conceptual y metodológica común. Es en este sentido que ese trabajo intenta brindar un aporte para esclarecer el alcance del término.
Se enfatiza en el legado de sentidos que convergen en la noción de apropiación y que toman fuerza en el marco de las modificaciones desarrolladas por el capitalismo cognitivo donde se destaca una desmaterialización de las economías que implica una constante y acelerada creación de saberes e innovaciones, como componentes esenciales de los productos mercantiles.
Para esta expansión, el sistema dominante debe asegurar su acceso a los nuevos descubrimientos, a su regulación y manejo, pero la hegemonía del capitalismo también debe ejercer un control sobre la circulación de la información y el conocimiento. A pesar de esta supremacía es posible que sucedan acontecimientos, acciones y pensamientos antihegemónicos, ya que las paradojas y dicotomías que en ellas se erigen pueden constituirse en elementos de emancipación, tal es el caso de la apropiación social del conocimiento científico y tecnológico.
La APSCyT tiene la potencialidad de dotar de mayor fuerza a las zonas de no poder y dar a conocer que existen alternativas y procesos enfrentados a un aparente orden natural que el poder impone sobre la sociedad. Para ello, también es significativo poner en evidencia que el sistema dominante funciona principalmente a través de la imposición de sus intereses, creencias y modos como si fueran los de todos, para esto controlan la subjetivación, instituyen un imaginario, consolidan un sentido común y en este aspecto el poder mediático les es funcional. En este sentido, un elemento clave para interpretar los procesos de apropiación social como acontecimientos antihegemónicos es entender que en estos movimientos se logra alterar el sentido común, se desarrollan modos de subjetivación singulares y la imaginación radical se despierta.
Así, en este trabajo se problematizan algunos ejes que conforman este proceso y se ponen a consideración algunas líneas desde las cuales se pueden emprender indagaciones sobre el tema, propuesta que surge de una reflexión teórica, pero requiere como complemento de una investigación empírica.
En otro orden, se rechaza la idea de considerar la apropiación como un sinónimo de divulgación científica, porque ese hecho no solo es erróneo, sino que imposibilita entender la primera como un proceso complejo que posee distintas etapas. En esta línea, se diferencian los procesos que se realizan en la apropiación de las TIC de aquellos referidos a la apropiación de la ciencia. Se considera que, si bien hay puntos de convergencia, no son del todo equivalentes, aunque ambas pueden ser beneficiadas por la divulgación científica y tecnológica, un campo de estudio en crecimiento.