Innovación social y pública: experiencias de laboratorios en la ciudad de Medellín*

Social and Public Innovation: Experiences of Laboratories in Medellín

DOI 10.22430/21457778.1907 Tablas Figuras

Recibido: 9 de marzo de 2021
Aceptado: 5 de mayo de 2021

Cómo referenciar / How to cite
Restrepo-Medina, L. P.; Arias-Arciniegas, C. M.; Correa-Cadavid, C. M.; Restrepo-Quirós, J. H. (2021). Innovación social y pública: experiencias de laboratorios en la ciudad de Medellín. Trilogía Ciencia Tecnología Sociedad, v. 13, n. 25, e1907. https://doi.org/10.22430/21457778.1907

 

Resumen

El presente estudio se propuso abordar los vínculos existentes entre la innovación social y pública a partir de experiencias de laboratorios de innovación en la ciudad de Medellín, donde el entorno institucional ha ido generando ambientes propicios para la participación abierta de la comunidad y el desarrollo de cambios sociales. El análisis partió de la revisión de los encuentros que existen, desde la teoría y los estudios previos, entre estos dos tipos de innovación. Posteriormente se abordó el contexto de la ciudad donde se desarrollan los laboratorios objeto de estudio, logrando comprender las particularidades de su surgimiento, propósito, orientación hacia la innovación, logros y aportes a los diferentes actores con los que colaboran. El resultado permitió observar los elementos que van conectándose para el surgimiento y desarrollo de estos espacios, su aporte a la solución de problemáticas sociales, la relevancia en la participación de los ciudadanos y el fortalecimiento de la articulación entre diversos actores de la ciudad. Las conclusiones resaltan la importancia de la innovación social en el ámbito de lo público y los laboratorios como estrategias que promueven la participación, experimentación y desarrollo de capacidades en las comunidades para la generación de soluciones más efectivas a sus problemáticas.

Palabras clave: innovación pública, innovación social, laboratorios de innovación, políticas públicas.

Abstract

This study analyzes the existing links between social and public innovation based on the experiences of innovation laboratories in Medellín, where the institutional environment has generated adequate spaces for the open participation of the community and the development of social changes. Such analysis was based on a review of the links between the two types of innovation according to the theory and previous studies. Furthermore, this paper addresses the context of Medellín, where the laboratories under study here are established, in order to understand the particularities of their emergence, purpose, orientation towards innovation, achievements, and contributions to the different actors they collaborate with. The results show the elements that are connected for the emergence and evolution of these spaces, their contribution to solving social problems, the relevance of citizen participation, and the strengthening of the articulation between different citizen actors. Finally, the conclusions highlight the importance of social innovation in the public sphere and innovation laboratories as strategies that promote participation, experimentation, and capacity building in communities to generate more effective solutions to their problems.

Keywords: Public innovation, social innovation, innovation laboratories, public policy.

INTRODUCCIÓN

La innovación ha sido una de las banderas del desarrollo de las sociedades, la cual, con la llegada de la modernidad, ha generado cambios significativos que se han visto reflejados en lo económico, lo social y lo tecnológico. Esto llevó al surgimiento de nuevas lógicas y formas de ver la sociedad, de tal modo que se pudieran resolver problemáticas cada vez más complejas y dinámicas. Esas nuevas formas de abordar problemáticas o resolver sus retos llevó, a su vez, a la participación de los interesados (convocados, beneficiarios o miembros de comunidades), quienes crearon, de manera colaborativa, la mejor solución adaptada a sus necesidades y su entorno, siendo más eficiente y eficaz que otras existentes (Jaillier Castrillón et al., 2020; Phills et al., 2008).

Ahora bien, cuando se habla de innovación, uno de los referentes más utilizados es el Manual de Oslo (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OECD], por sus siglas en inglés; Oficina de Estadística de las Comunidades Europeas [Eurostat], 2005), cuyo enfoque y dirección inicial tendía hacia la innovación técnica y tecnológica para el desarrollo económico y empresarial, pero ya en su última versión (OECD y Eurostat, 2018), afirmaron que existen otros tipos de innovaciones que no están necesariamente orientadas al mercado, direccionando otras que han surgido más enfocadas en el desarrollo social, basados en diseños colaborativos, sin olvidarse de aspectos asociados a la gestión del conocimiento y la permanencia en el tiempo de las soluciones generadas. De tal forma que es posible ver en la innovación social (IS) y en la innovación pública (IP) esas manifestaciones emergentes de innovación que crean otro tipo de valor desde y para la sociedad (European Commission, 2013). Estos diversos tipos de innovación permiten que esta sea planteada con orientación o no al mercado y a las empresas. Es decir, esta nueva perspectiva lo que pretende es: ¡Pensar una sociedad que aporte en la solución y transformación de su territorio!

Para el caso de la IS, esta se ha abierto camino desde los avances investigativos y tecnológicos, hasta aquellos que se enfocan en los grandes retos sociales, como la mejora de las condiciones de vida de la población (Godin, 2020), desde la mirada del cambio social, trabajado por Ogburn (1922). En esta misma línea de actuación, Rodríguez Herrera y Alvarado Ugarte (2008) conciben que es necesario resaltar la importancia de la IS como un agente que actualmente permea las soluciones de diferentes problemas sociales. La IS es considerada un objeto de investigación emergente (van der Have y Rubalcaba, 2016), la cual no ha logrado consolidar un concepto único, pues su estudio muestra un gran interés por el mundo académico, tal como lo presentan Nicholls y Murdock (2012), además de organismos internacionales como la Unión Europea y su estrategia 2020, donde se convierte en una oportunidad para dar solución a los problemas reales de la sociedad (Ramos, 2017).

Para el caso de América Latina y sus desafíos sociales, la IS se ha desarrollado desde esa capacidad que tienen las comunidades de organizarse y encontrar soluciones efectivas que no han podido resolverse de manera individual desde el Estado, valorando el proceso colectivo. Es un cambio de prácticas sociales de fondo, una modificación de las estructuras sociales y de las personas que intervienen en el proceso. Con este panorama lo que se ha buscado es darles un papel más protagónico a las personas, así como a las soluciones que se han diseñado, pensado y materializado en territorio; en otras palabras: es una práctica social puesta en contexto social como una estrategia de validación, pilotaje y transformación local de las dinámicas comunitarias.

Consecuente con lo anterior, podría pensarse que esto implica poner en escena la participación y la interacción entre actores sociales diferentes, como un asunto de inclusión social, el cual es, sobre todo, un proceso de transformación en las dinámicas de relación social, incluidos aquellos vínculos con el poder (Moulaert et al., 1990). En esa misma lógica, es necesario entonces relacionar la IS con procesos de participación y gobernanza que, hoy más que nunca, se convierten en elementos claves, cercanos y estratégicos para el accionar de lo público.

Ahora bien, abordar el término de la gobernanza desde la articulación de la IP y la IS implica desprenderse de posiciones tradicionales, toda vez que esta alianza, actualmente, ha buscado que los ciudadanos se apropien de herramientas de participación y de gestión, en especial en Colombia, y más aún desde los lineamientos de la Constitución de 1991, lo que ha ido modificando una «perspectiva policéntrica» (Whittingham Munevar, 2005, p. 4) a una más multidisciplinaria. Sin embargo, no se puede desconocer que

… hay definiciones desde disciplinas como la Sociología, la Antropología, la Psicología Social, y aun la Ciencia Política, que sostienen que [la] gobernanza es un concepto que se refiere básicamente a un proceso que envuelve al Estado, a la sociedad civil y al sector privado (Whittingham Munevar, 2005, p. 4).

Lo anterior significa que cada uno de estos actores son importantes en la construcción y transformación de una sociedad. En el postulado, esta autora pretende dar una mirada a la realidad social sin procesos jerárquicos, sino donde todos aporten y construyan.

En esta misma línea se puede pensar que la gobernanza se vuelve un asunto, no solo del Estado y sus gobernantes, sino que motiva a otros sectores como la comunidad, las organizaciones sociales y la empresa. Por ello, es necesario desplegar alternativas innovadoras que permitan una participación activa en el diagnóstico, construcción, puesta en marcha y evaluación continua de las políticas públicas, los planes de gobierno y sus respectivos programas y proyectos. Ante esto, surge una necesidad apremiante de transformación social, específicamente de cómo las administraciones públicas deben buscar formas diferentes, novedosas e innovadoras en sus maneras y prácticas de diseñar, construir e implementar políticas públicas que impacten y transformen de forma contundente la realidad social. Y es precisamente este desafío el que ha llevado a la IS a ser una aliada en los procesos de la IP. Bajo este contexto, autores como Zurbriggen y González Lago (2015) manifiestan que «los gobiernos están aprendiendo de las distintas iniciativas y espacios de IS para experimentar nuevas formas de trabajo conjunto entre actores públicos y privados para resolver problemas públicos» (pp. 149-150).

Estos aprendizajes de las administraciones gubernamentales han implicado repensar lo público. Para el caso de Medellín, este proceso se inició en la década del 2000, donde la prioridad no era solo la construcción de políticas públicas, sino, por el contrario, que sus ciudadanos se convirtieran en actores políticos activos, empoderados, con conocimiento de lo público, con participación, con voz y voto en la toma de decisiones de sus localidades y, por ende, de las problemáticas que los han aquejado (Uribe Zapata, 2018). Es en este punto que las estrategias y apuestas sociales de participación ciudadana han generado soluciones alternativas con diferentes actores para producir conocimiento, así como una nueva forma de innovar en la relación Estado, sociedad y mercado que conlleve a la solución de problemas públicos. Esto dio como resultado el surgimiento de la IP, la cual toma de la IS la cocreación, el codiseño y la participación de colectivos en el desarrollo de soluciones que generen transformaciones en la sociedad a partir del intercambio de conocimiento y experiencias en espacios abiertos que permiten la experimentación como los «labs», laboratorios de innovación, medialabs, citylabs, hacklabs, makerspaces, living labs, entre otros (Zurbriggen y González Lago, 2015).

Finalmente, es necesario comprender que, para la IS e IP, aún no se ha logrado llegar a consensos sobre su conceptualización, pero es posible encontrar en ellos algunos elementos que le son comunes como la identificación de problemáticas de comunidades con una realidad y contexto particular, la participación de aquellos actores y sectores interesados quienes, de manera colaborativa, creen (cocreen) mejores soluciones para la sociedad. Por ello, el presente artículo parte de una revisión documental de publicaciones de investigaciones previas que incluyan ambos términos, esto con el fin de profundizar en su conexión para posteriormente abordarlos desde la práctica acercándolos a espacios donde se experimenta y se desarrolla la innovación de una manera diferente, para lo cual se presentan tres laboratorios de innovación en la ciudad, esto con el propósito de conocer su abordaje particular del concepto de innovación desarrollado en su accionar.

METODOLOGÍA

Para llevar a cabo el presente artículo se hizo, en un primer momento, una revisión sistemática de literatura (SLR, por sus siglas en inglés) como una estrategia metodológica que permitió identificar la producción científica más significativa en cuanto a IS e IP. Se anota que la SLR se empleó para identificar, evaluar e interpretar los datos disponibles dentro de una etapa en un determinado campo de investigación. Para este caso se consideró el periodo de 2015 a 2020. En un segundo momento, se planteó una exploración de algunos laboratorios con foco en innovación social y pública que, a partir de un cuestionario como herramienta de recolección de información, llevara a entender el concepto particular de IS desde su práctica. A continuación, se detallan ambos momentos:

Momento 1

El proceso de la revisión de la literatura que se desarrolla en este trabajo (ver Figura 1) se soporta en los postulados de Brereton et al. (2007), focalizados en la realización de la SLR y, de manera puntual, en los aportes de Higgins y Green (2006), Kitchenham (2004) y del Centre for Reviews and Dissemination (CRD, 2009). Para este caso la revisión constó de tres fases, a saber:

Figura 1. Proceso de revisión sistemática de literatura
Fuente: elaboración propia.

Fase 1. Planificación de la revisión

En esta primera fase, de carácter exploratorio, se realizó una identificación de los criterios de la búsqueda sistemática de la literatura y la producción científica para la identificación y clasificación de los resultados acerca del tema indagado (Kitchenham, 2004). Es decir, se definió el protocolo para la revisión y las pautas de cómo clasificar, seleccionar y evaluar estudios e investigaciones pertinentes y válidas para el desarrollo de los intereses de este artículo, los cuales se presentan a continuación:

  1. Identificación de las bases de datos: para la búsqueda se seleccionaron bases de datos de publicaciones científicas, seriadas y arbitradas que tuvieran interfaces amigables para el manejo de la información, por ello se determinó utilizar Scopus y Ebso, a las cuales tienen acceso los investigadores.
  2. Palabras clave: innovación social e innovación pública. Surgieron del propósito del estudio que permitiera identificar, inicialmente, las conexiones entre estos dos tipos de innovación, por tanto, era necesario que aparecieran ambas en los textos a utilizar.
  3. Ecuación de búsqueda: ((TITLE-ABS-KEY({social innovation}) AND TITLE-ABS-KEY({public innovation}))). Esta ecuación se construyó identificando las palabras clave y los elementos en los cuales se buscó en cada documento de la base de datos. Se determinó que se indagara por ambos términos en los títulos de los documentos, su resumen y las palabras claves de estos.
  4. Criterios de inclusión y exclusión: se estableció un rango temporal que posibilitara la obtención de información actualizada sobre las palabras de interés; por esta razón se consideraron los seis últimos años, es decir, el periodo comprendido entre 2015 y el 2020; se incluyeron, además, todos los tipos de documentos encontrados, igual que las diversas áreas de conocimiento.

Fase 2. Conducción

Esta fase permitió dar respuesta a las preguntas: de acuerdo con los criterios de inclusión y exclusión, ¿cuántos documentos acerca de innovación social y pública se encontraron en las bases de datos seleccionadas? Esta fase se soportó desde los criterios establecidos por Higgins y Green (2006), donde se hizo una validación del protocolo y los objetivos de la revisión. En una búsqueda inicial, se ingresaron las palabras clave en las dos bases de datos, Scopus y Ebsco; en la segunda, se contrastaron los documentos hallados en relación con los criterios de inclusión y exclusión; asimismo, se eliminaron los duplicados, lo cual proporcionó, finalmente, un total de 13 documentos.

Fase 3. Resultados de la revisión

Esta fase permitió validar la calidad y la pertinencia de los datos identificados (CRD, 2009) y dar respuesta de manera concreta a las preguntas relacionadas en la identificación acerca de: a partir de la información encontrada, ¿cuál es la conexión o punto de encuentro entre la innovación social y pública? También se identificó lo que son los laboratorios de IS y cómo aportan a lo público.

Momento 2

Fase 1. Contexto de ciudad

Se centró en presentar el contexto de la ciudad en la que se identificaran los espacios que promueven la IS, haciendo énfasis en sus aplicaciones en la política pública y su aporte a la transformación social.

Fase 2. Experiencias de laboratorios de innovación social

Con el fin de comprender desde la práctica de estos laboratorios y su quehacer, se identifican dos laboratorios de instituciones públicas y uno de la empresa privada de la ciudad, que llevaran al menos un año de funcionamiento y que accedieran a participar de este estudio. Para ello, se realizó una búsqueda de información de cada laboratorio en la web y se complementó con un cuestionario de preguntas abiertas que pretendía dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿En qué consisten?, ¿cómo abordan la innovación social?, ¿a través de cuáles prácticas? y ¿cuáles han sido sus logros y/o aprendizajes? Este cuestionario fue aplicado en conversaciones realizadas a representantes de cada laboratorio.

Lo anterior llevó a un acercamiento a estas experiencias, resaltando los aprendizajes que se han construido de manera colaborativa, así como el trabajo en red y las lecciones aprendidas en el proceso de crear escenarios de ciudadanía que, de forma interesante, se encuentran en consonancia con la literatura estudiada. Finalmente, el desarrollo de estos dos momentos lleva al planteamiento de las conclusiones de este estudio.

ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

En este apartado se exponen los resultados para cada uno de los momentos del estudio, planteado en la metodología, iniciando con los resultados de la SLR, a partir de los hallazgos en la literatura académica y científica en las publicaciones analizadas.

En un segundo momento, se presenta el contexto de la ciudad de Medellín, en la cual se encuentran ubicadas las experiencias de laboratorios de carácter público y privado que finalmente se presentarán como escenarios propios de participación, cocreación y colaboración entre lo público y lo privado.

Conexión y características de innovación social e innovación pública

En años recientes, la IS e IP han tenido un alto nivel de popularidad en América Latina, más aún en Colombia, pues ambas han requerido de la articulación de diversos actores en pro de alcanzar fines y propósitos comunes, específicamente aquellos que han estado trazados por la generación de soluciones participativas y colaborativas, así como la coconstrucción de políticas públicas que estén acordes a las realidades y necesidades actuales.

Bajo este panorama, es que actualmente se evidencia con mayor frecuencia que estos dos tipos de innovación están más vigentes en la agenda de las entidades gubernamentales como una opción alternativa, novedosa e innovadora si se piensa en cómo gestionar y transformar el quehacer de lo público para una realidad que está llena de desafíos y necesidades complejas. Adicionalmente, esta alianza también ha llevado a pensar el rol de cada uno de los actores que se suscriben en un ecosistema social de cambio; es decir, una estrategia de comunicación y participación cuyo propósito es involucrar al sector público, privado, sociedad civil y academia como una apuesta de visión compartida.

Lo anterior no deja de lado que ambos términos han sido estudiados desde diversos campos del conocimiento que lleva a reflexiones particulares que posiblemente evidencian un mayor nivel de profundización y madurez; sin embargo, para el caso de la IS, todavía se estima que su conceptualización se encuentra en construcción y, por tanto, se considera un campo emergente (van der Have y Rubalcaba, 2016). Teniendo en cuenta este panorama, es que a partir de la SLR se resalta que los dos conceptos abordados se analizan desde sus encuentros o conexiones, permitiendo identificar algunas características, elementos y posturas comunes que aporten a su conceptualización como binomio de la IS e IP.

Ahora bien, como se mencionó previamente, el concepto de IS ha transitado por diversos enfoques, por lo que no ha sido posible unificar una definición; no obstante, todas estas han pretendido algo común, como una especie de características bajo este escenario, lo que permite la identificación y comprensión de la realidad desde una óptica diferente. Siguiendo esta línea de actuación, se encuentran estudios previos de autores como Phills et al. (2008), Aguilar Astorga y Lima Facio (2009), Murray et al. (2010), Westley y Antadze (2010), Bacon et al. (2008), Nilsson (2003), y Marcy y Mumford (2007), quienes consideran que las características más relevantes de la IS están enmarcadas en:

  1. Un valor compartido: hace alusión al «bien común y en la accesibilidad de una IS».
  2. Producto o proceso: busca una amplia interpretación de la IS y la versatilidad de lo que significa concebir las necesidades, pero sobre todo las soluciones a las problemáticas sociales a través del codiseño.
  3. Colaboración: lo que pretende es una interacción constante entre los diferentes actores involucrados que lleva a un accionar colectivo desde el trabajo colaborativo en red.
  4. Generador de un cambio sistemático: tener conocimiento de la realidad y las problemáticas sociales proporciona soluciones cocreadas que, en ese proceso, llevan a la transformación.

Lo que plantean este tipo de características o elementos comunes es lo que Dodd et al. (2011) expresan del siguiente modo: que la intencionalidad de este enfoque va hacia la generación de soluciones a problemas o necesidades sociales, así como a generar procesos transformadores, partiendo de nuevas ideas, instituciones o de formas de trabajo, con una clara orientación social, donde convergen diversos actores sociales que colaboran aportando habilidades, conocimiento y comprensión de su contexto para el desarrollo de la solución más efectiva.

En este sentido, Zurbriggen y González Lago (2015) indican que, si bien ha existido una diversidad de enfoques, reconfirma que es posible identificar aspectos específicos que caracterizan la IS relacionados con «la generación de valor público, es decir: que tienen un fin social. Son nuevas soluciones creadas ‘con’ las personas, [para] la mejora de sus propias condiciones y las de su comunidad, y pueden llegar a conducir a un cambio social» (p. 147), predominando el diseño abierto y colaborativo, y la participación que surge del trabajo en red. Estos hacen parte de los valores agregados que conlleva la IS, pero sobre todo de las dinámicas cambiantes que gestan nuevas prácticas sociales que le dan vida.

Como complemento a lo expresado por Conejero y Redondo (citados en Unceta y Baradiarán, 2019), estos consideran que «la innovación social se ha acercado de forma particular a la innovación pública» (p. 114) en la medida que potencia los procesos de trabajo en redes colaborativas y participativas de los actores sociales que allí se involucran, es decir, lo que puede potenciar el relacionamiento entre el Estado, la empresa, la sociedad civil y la academia. En este mismo contexto, Mohamad Noor et al. (2020) hacen énfasis en la importancia de la articulación de diferentes actores, que en su caso de estudio se vuelven necesarios para servir de puentes de conversación y entendimiento del sector público y la comunidad, por tanto, se resalta que la conexión y articulación de estos términos lo que busca es dimensionar la intensidad de los cambios organizativos de carácter público para designar el diseño, aplicación e implementación de ideas y prácticas novedosas desde la gestión pública con el propósito de generar valor social, pues es precisamente allí donde la sociedad civil y los demás actores realizan sus mayores aportes de construcción y transformación.

Así las cosas, la IP debe ser entendida como un proceso de creación de nuevas ideas que, a partir de estas, gesten transformación y, por ende, un valor social, como se ha descrito anteriormente. La apuesta de la IP e IS lo que busca es plantear lo que Zurbriggen y González Lago (2015) consideran superación de «viejas estructuras que corresponden al paradigma tecno-economicista basado en valores económicos para incorporar valores sociales como el bienestar y la sustentabilidad» (p. 162).

La innovación en el sector público, como lo mencionan Unceta y Baradiarán (2019), se refleja en dos dimensiones: la política, enfocada en aspectos de gobernanza y participación, sumado al sentido de lo público y la forma en la que la ciudadanía se organiza; y la dimensión administrativa, que se ocupa de la estructura y rutina de la gestión, de los servicios que proporciona a la ciudadanía, su forma de acercarse y cooperar con ella. Estas dimensiones permiten una mayor conexión con la IS, la cual puede entenderse como el resultado de «nuevos modelos de gobernanza que facilitan la atención de problemas y necesidades no cubiertas en la población» (Martez y Dieste, 2019, p. 312).

Estos problemas sociales generalmente están ligados a necesidades de la población vulnerable, asociada con la pobreza y la pobreza extrema, como se aborda en países como Colombia (Departamento Nacional de Planeación, 2011), que debido a su complejidad requieren necesariamente soluciones que sean generadas a partir de la asociación de los diversos sectores de la sociedad (Stott y Tracey, 2018). En consecuencia, la colaboración entre estos actores, de una manera más abierta, permite la experimentación y el compartir conocimiento, generando una construcción colectiva donde no solo se promueve la participación de la sociedad civil, sino que también es importante el Estado como promotor de estos espacios de colaboración, y la empresa, donde es posible abordar la generación de políticas y servicios públicos que se desarrollan en un trabajo en red que pretenda acercar y cerrar brechas entre los diversos sectores de la sociedad. Se suma, entonces, la forma en que se vinculan a través de procesos de gobernanza y participación (Unceta y Barandiarán, 2019), entendiendo la democracia como necesaria para que la sociedad genere innovaciones basadas en el conocimiento (Arboleda Jaramillo et al., 2019); en este orden de ideas, no se puede desligar en este contexto que la innovación social y pública son la excusa perfecta que potencializa la combinación de elementos tales como: la democracia, la participación ciudadana, el trabajo en red y la cocreación que gesten, posiblemente, una mirada a un «nuevo contrato social».

Estos procesos generan valor social y público, debido a que las soluciones que se desarrollan lo hacen con el interés de mejorar las condiciones de vida de las personas, orientadas a generar un bien común a partir del trabajo organizado de los diversos actores sociales, generando estructuras de trabajo colaborativo que permiten el apalancamiento de la IS e IP (Klein y Harrison, 2007; Conejero y Redondo, citados en Unceta y Barandiarán, 2019). Será un componente importante en estos procesos, la participación colaborativa de diversos actores, públicos y privados, puesto que su propósito es resolver problemas de la sociedad, teniendo claro que no se logra una solución efectiva cuando esta se aborda desde una sola mirada. Así la acción colectiva es protagonista en las innovaciones sociales y públicas (Andion et al., 2017). Para el caso de la IP, autores como Torfing (2019) la denominan innovación colaborativa, afianzando las ventajas que trae la colaboración para los procesos de innovación en comparación con otras más jerárquicas y competitivas, resaltando la unión de actores públicos y privados que poseen conocimientos, habilidades y experiencias que, sumadas a procesos de aprendizaje, desarrollan soluciones innovadoras de propiedad conjunta que garantiza su futura implementación y consolidación.

Por lo anterior, para el sector público la IS se convierte en un instrumento de interés, especialmente aquella que permite el diseño de productos, servicios, procesos, leyes u otras herramientas (Penin et al., 2015) que lleven a generar valor público (Domínguez Silva et al., 2016) para la sociedad a partir del codiseño o coproducción con los ciudadanos (Voorberg et al., 2015), al igual que promuevan nuevas formas de acercamiento y participación de los diversos actores del Estado, repensando su modelo de gobernanza que permita cambios positivos en la gestión de lo público, en términos de la inclusión de los ciudadanos, dando lugar a mejoras en la eficiencia, eficacia y calidad de los resultados de la administración estatal (Sánchez et al., 2013). Lo anterior también los lleva a plantearse una nueva gobernanza, al construir y activar las relaciones multigubernamentales, generando redes de instituciones públicas para la generación de valor social en función de la mejora de la calidad de vida de las personas que habitan un territorio, identificando problemáticas, conectando sus grupos de interesados (Barandiarán y Urbano, 2019) y activando sus capacidades como sistema social (Meijer, 2019).

Dicho de otra manera, tal como lo manifiesta Bason (2013), actualmente la sociedad se encuentra ante una necesidad de «co – crear», es decir, una sociedad sustentable y con soluciones escalables que permita un desarrollo basado en un modelo colaborativo, participativo y de trabajo en red. En esta misma línea de actuación, como se mencionó en Unceta y Baradiarán (2019) «… la innovación social se entiende como el resultado de nuevos modelos de gobernanza que facilitan la atención de problemas y necesidades no cubiertas en la población» (p. 114). En este sentido, Rodríguez Herrera y Alvarado Ugarte (2008) consideran que una IS puede tener características de replicabilidad, y que su aporte a los entornos de la IP se da al considerar que estas innovaciones son las consecuencias o el efecto de la readaptación creativa de soluciones a las problemáticas sociales vigentes.

Estos procesos creativos requieren espacios propicios para el encuentro, la experimentación y el trabajo colaborativo que lleve a la acción colectiva, no solo de la sociedad civil, sino también del sector público, privado y académico que generen conocimiento en el transitar por la identificación de esos problemas a resolver de la sociedad, a la investigación y el desarrollo de codiseños que permitan dar soluciones tangibles en productos, servicios, procesos, metodologías o formas de organización para la transformación positiva de la sociedad. Dichos espacios de innovación, que han surgido bajo el nombre de laboratorios o labs, se han convertido en años recientes en parte de la agenda de estudio de las entidades públicas y académicas, procurando diferentes formas de involucrar a los servidores públicos, privados, a la sociedad civil y a la academia para que puedan desempeñar un papel activo en la resolución de problemas complejos (Zurbriggen y Lago, 2019). Los laboratorios tienen finalmente como propósito trabajar con diversos grupos para el abordaje de problemáticas complejas a partir de herramientas como las del art of hostingque ayuden a facilitar la generación de confianza y el intercambio de saberes de los múltiples actores participantes, donde predominen la práctica del diálogo, la deliberación y la creación de soluciones en espacios colaborativos que permitan y mejoren nuevas relaciones y formas de trabajo (Mosse y Muirhead, 2020).

Finalmente, la conexión entre la IS e IP convoca a una visión del «paradigma democrático» (Ortega Hoyos y Marín Verhelst, 2019, p. 91) de la IS, privilegiando su visión participativa y colaborativa que gestan en acciones y procesos más dinámicos y activos, orientados a la generación de valor para la sociedad, trabajando por un bien mayor (Pătraşcu, 2019).

Aplicaciones de la innovación social en la política pública y su aporte en la transformación territorial de Medellín

El interés en lo público por abordar de manera diferente la complejidad de las problemáticas sociales y sus dinámicas en un contexto determinado, ha puesto la mirada en los procesos de la IS como herramienta para involucrar a los diversos actores de la sociedad en la coconstrucción de políticas públicas y soluciones que generen valor para la mejora de la calidad de vida de la población, al igual que la efectividad de la gestión pública.

Ahora bien, la necesidad de transformar las organizaciones para crear valor público ha gestado procesos de construcción y creación de espacios al interior de entidades territoriales como una estrategia de crear, con mayor madurez y robustez, sistemas de gestión que posibiliten una mayor visibilidad administrativa de la IP como un escenario de pensarse el territorio, así como nuevas metodologías de participación y construcción de la visión compartida de sociedad propias de la IS.

En tal sentido, toma un papel preponderante una de las formas y aplicaciones de la IS en la contribución del diseño de políticas públicas y en la innovación de la gestión pública en beneficio de la gobernanza en su expresión deseada; es decir, en un proceso virtuoso que se inicia desde la forma de reconocer los problemas, las necesidades en los territorios y comunidades, utilizando metodologías y herramientas innovadoras para el diagnóstico y el real planteamiento de las soluciones expresadas a través de las políticas públicas y los mecanismos para el despliegue de las mismas.

Bajo este contexto, el World Economic Forum (citado en Gurrutxaga Abad y Galarraga Ezponda, 2019) ha considerado a la IS «como un medio para la consecución de fines superiores como el aumento de la competitividad de los territorios y la productividad de las empresas» (p. 143). En este sentido, se resalta que, si bien la IS en el entorno de la política pública ha llevado a pensarse no solo desde escenarios pragmáticos de la realidad social, sino, por el contrario, a revisar los cimientos ideológicos y posicionamientos políticos del capitalismo actual; en otras palabras, este binomio lo que pretende es que la IS sea « un recurso y una herramienta en manos de la sociedad civil a través de la cual revertir las lógicas perversas de la globalización económica y financiera y apostar por un modelo de desarrollo territorial integrado» (MacCallum et al. citado en Gurrutxaga Abad y Galarraga Ezponda, 2019, p. 143). Con esto, se sigue evidenciando que actualmente los debates dados en la construcción de la relación de la IS como componente estratégico de la política pública, han recobrado mayor incidencia en la medida que plasma una evidencia más significativa de los retos y necesidades que se tienen en términos de sociedad, en la perspectiva de interpretar o comprender las dinámicas de transformación estructural que se están presentando.

Lo que se ha querido dejar explícito es que la IS es un proceso que genera un valor social (Echeverría, 2014, 2017) con unas implicaciones potenciales de carácter, no solo en lo social, sino incluso en lo político y lo cultural, entre otros. Corroborando esto, autores como Gurrutxaga Abad y Galarraga Ezponda (2019) manifiestan que la relación de la IS en la política pública puede dimensionarse a partir de:

… al menos tres tipos de usos del concepto de innovación social que responden a interpretaciones diferentes sobre el papel de lo público, el alcance y la relevancia de la acción comunitaria, la actuación de las élites políticas y económicas y los límites y las posibilidades de las dinámicas de mercado como forma de organización social (p. 144).

Ahora bien, no se puede desconocer el reto que se tiene desde las entidades estatales de articular lo público, lo privado y la sociedad civil en procesos y dinámicas de la IS como un aspecto clave en la construcción de políticas más incluyentes, colaborativas, participativas y sociales.

Como ejemplo de estos procesos, en Latinoamérica se encuentra la ciudad de Medellín, la cual se ha caracterizado en el ámbito internacional por sus procesos de transformación social a partir de su desarrollo urbano incluyente, igualmente fue reconocida, en 2013, como la ciudad más innovadora del mundo, en el concurso City of the Year, organizado por el Wall Street Journal (citado en Molina Betancur et al., 2015), debido «al fomento de políticas de inclusión social, un moderno sistema de transporte público y políticas ambientales innovadoras» (p. 193) luego de sus años de violencia y el crecimiento de la población que ha requerido

… responder al deseo de las autoridades de otorgar a Medellín un lugar en el mundo, producto de su reconocimiento como una ciudad innovadora, competitiva y con aptitud de mercado, para lo cual se centraron todos los esfuerzos en reforzar su infraestructura y actualizar su planeación urbanística (Echeverry Tamayo, 2019, p. 276).

Lo anterior, teniendo presente que se generaría desarrollo económico y, en consecuencia, oportunidades de desarrollo social para la población. Esa atención por la ciudad innovadora, ha creado el ambiente propicio para que otros tipos de innovación, más allá de la empresarial, emerjan para resolver problemáticas más complejas a las que el Estado, trabajando solo, no puede dar respuesta. En este sentido lo que se ha potenciado en la ciudad desde diversas apuestas políticas es una construcción de ciudadanía y de lecciones aprendidas que se han venido fortaleciendo en términos de replicabilidad en otros territorios.

Para potenciar la innovación en la ciudad, en el año 2009 se crea la Corporación Ruta N, responsable de fomentar la ciencia, la tecnología y la innovación con un enfoque más desde los negocios y una clara orientación hacia el emprendimiento, lo cual implica que están dirigidos a organizaciones con ánimo de lucro, siendo este el énfasis de los apoyos de la administración municipal y no en la IS misma, desconociendo su aporte al desarrollo de la ciudad desde otra perspectiva menos capitalista, visibilizando los desencuentros entre los intereses de la comunidad al construir, de manera colaborativa, la política pública de innovación y emprendimiento social y los intereses políticos al momento de implementarla y otorgarle recurso financiero, puesto que estos se dan principalmente en los procesos de base tecnológica con vocación empresarial o de desarrollo de soluciones particulares (Observatorio de Políticas Públicas del Concejo de Medellín y Universidad de Medellín, s.f.).

La ciudad ha desarrollado políticas públicas que pueden ser abordadas desde la IS, entre las cuales está la Política de lnnovación y Emprendimiento Social aprobada por el Concejo de Medellín (Acuerdo 035, 2014). El ejercicio fue promovido por diversas organizaciones, para lo cual se fomentaron y propiciaron talleres y encuentros presenciales, mediados por las tecnologías de la información y comunicación que permitieron su coconstrucción. Esta política vincula, o se articula de manera explícita en sus lineamientos, a otras políticas existentes (ver Tabla 1) y otorga responsabilidades a diversos estamentos públicos, privados y de la sociedad civil para su implementación y desarrollo, potenciando la vinculación de los programas y proyectos de diversas dependencias e instituciones descentralizadas de la administración municipal. Algunas de ellas se relacionan a continuación:

Tabla 1. Políticas públicas y su articulación con la Política de IS de Medellín
NormatividadPolítica PúblicaPropósito vinculado a la política de IS
Acuerdo 22 de 2003 Concejo de MedellínPara las Mujeres Urbanas y Rurales del Municipio de MedellínDar atención y solución a las necesidades, problemas e intereses de las mujeres de la ciudad, eso incluye la garantía de sus derechos económicos, salud, educación igualitaria, a la participación, seguridad y el desarrollo de iniciativas con enfoque de género. De esta manera, es importante que se vinculen los proyectos y programas de la Secretaría de las Mujeres, que desarrollen prácticas de innovación y emprendimiento social, al igual que con otras políticas asociadas.
Acuerdo 53 de 2011 Concejo de MedellínMunicipal de Voluntariado en MedellínPromover, visibilizar el trabajo voluntario en la ciudad, al igual que potenciar la formación en competencias ciudadanas, articulando esfuerzos público -privados, para ello será importante la mirada desde la innovación social y el desarrollo de emprendimientos sociales que permitan la sostenibilidad de estas prácticas. Muy ligado a los programas y proyectos de la Secretaría de Cultura Ciudadana.
Acuerdo 19 de 2015 Concejo de Medellín.De las Organizaciones Sociales de la Sociedad Civil en el Municipio de MedellínFortalecimiento de las organizaciones sociales de la ciudad a través de instrumentos como un sistema de información, estrategias específicas de formación y asesoría, banco de buenas prácticas, espacios de encuentro e integración ciudadana, entre otros. Esta política es muy específica en indicar que se deberán implementar centros de innovación social para las organizaciones sociales y como responsables se encuentran la Secretaría de Participación Ciudadana y Ruta N, donde se pueda abordar el acompañamiento y desarrollo de diversas estrategias.
Acuerdo 24 /41 (2011) Concejo de MedellínPara la economía social y solidaria en el municipio de Medellín.Contribuir al desarrollo económico, social y empresarial incluyente de las diversas formas asociativas y solidarias de propiedad y trabajo, que producen y comercializan bienes y servicios. Esta política también es explícita en incluir la innovación social sumada a la tecnológica para potenciar el desarrollo económico y social del territorio, con el liderazgo de la secretaría creada para tal fin y en articulación con las diversas dependencias del municipio, que desarrollan planes y programas que puedan ser gestionados y coordinados también con en asocio con las comunidades.
Fuente: elaboración propia.

De esta manera también es posible articular las diferentes políticas públicas, diversos actores, tanto públicos como privados y de la sociedad civil, para su implementación, puesto que un ejercicio de política pública bien realizado implica manejar escenarios de complejidad y, en consecuencia, la relación con los sistemas complejos adaptativos, lo que propende por la ampliación del impacto esperado en la gestión administrativa y en el bienestar de la ciudad.

Escenarios donde se practican acciones de innovación social y pública en Medellín

La tendencia actual, en el marco de la innovación, ha venido evolucionando de procesos cerrados, lineales y aislados a unos más abiertos que generan soluciones ágiles a problemas complejos. Bajo este enfoque, los laboratorios se transforman en escenarios de cocreación y colaboración donde confluyen diversos actores en el contexto de construir alternativas y metodologías un poco más flexibles de participación ciudadana y social.

Bajo esta premisa de fondo, se detalla que en Medellín existen diversos espacios que, en calidad de laboratorios, buscan aportar a la ciudad desde la concepción de sus diferencias, para la construcción e implementación de metodologías, y de sus prácticas y lecciones aprendidas como parte de sus apuestas y aportes, utilizando procesos creativos y colaborativos para el diseño de soluciones. Ahora bien, a partir de la información recolectada a través de las entrevistas semiestructuradas a tres experiencias de los laboratorios de instituciones públicas y privadas de la ciudad, se puede evidenciar cómo ellos han sido pioneros en la implementación de acciones de IS e IP en sus entornos, notándose, con precisión cómo el trabajo transdisciplinario ha generado la construcción de una visión compartida, pero sobre todo, unas condiciones como: capacidad de experimentación, innovación, interconexión, diálogo constante, fomento por el aprendizaje, participación, colaboración y trabajo en red, como parte de su sello.

Como punto de reflexión, las experiencias a describirse, si bien están en el ámbito de lo público y lo privado, se enmarcan adicionalmente desde entornos propios y particulares, como los que se mencionan a continuación:

  1. Laboratorio de Innovación Social de la Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia: se rige desde las dinámicas de la educación superior y las fortalezas de la Facultad de Ciencias Sociales, teniendo claro su origen como institución pública.
  2. Laboratorio de Gobierno de Ruta N: una visión más de una apuesta pública de la innovación y la democratización, desde el enfoque de la IS. No es el resultado, sino un proceso.
  3. Fundación Pintuco Laboratorio Social: una mirada del sector privado, donde hace una apuesta de iniciativas de sostenibilidad en el marco de los programas de inversión social con enfoque en la transformación del hábitat a través de estrategias sociales que propician la convivencia, la apropiación y el fortalecimiento del tejido social en las comunidades.

Laboratorio de Innovación Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia

Para la Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia (2019), la innovación, abordada desde el laboratorio, es «la articulación de actores y habilidades apoyadas en la observación inteligente del entorno, [para] dar solución a problemas sociales de carácter estructural y a su vez vincular la academia con la región» (p. 246); es decir, es una combinación de esfuerzos y acciones que buscan, en términos globales, potenciar soluciones que posibiliten dar respuesta a las necesidades de los actores que confluyen en el territorio.

Bajo esta premisa, el laboratorio de esta institución es una iniciativa que busca, a partir del trabajo colaborativo y las alianzas público-privadas, propiciar la IS desde los diversos entornos en los que se enmarcan los procesos misionales de la educación, que para este caso son docencia, extensión, investigación e internacionalización como los escenarios donde se construye de manera participativa los aportes al desarrollo local. De ahí que a través de sus focos de trabajo se propenda por articular procesos académicos con la generación de la transformación territorial y social, razón por la cual la perspectiva de estos focos se concibe a partir, no solo de lo social, sino también de la innovación, la educación de calidad, las alianzas, ciudades y comunidades sostenibles, la producción y el consumo responsable, así como la igualdad de género, buscando con esto el intercambio de conocimiento y la interacción de los actores.

En el marco de esta iniciativa se ha identificado que entre los grandes aportes del laboratorio se encuentran las alianzas público-privadas, también la

… flexibilidad curricular y autoevaluación de programas académicos, dejando reflexiones sobre la concepción de la IS como un proceso que no solo tiene un impacto desde la protección y extensión social, sino que permite discusiones académicas y epistemológicas frente a los procesos formativos y los resultados que de allí emergen (J. Gallego, comunicación personal, 23 junio de 2020).

Lo anterior lleva a pensar cómo desde el laboratorio se ha buscado, no solo aportar a la transformación territorial, sino también a cómo ir construyendo sus elementos diferenciadores en la perspectiva de valor agregado. En este mismo contexto existe una relación estrecha entre la política pública y la gobernanza de la IS, toda vez que expresan que esta «debería ser un asunto implícito» (J. Gallego, comunicación personal, 23 junio de 2020). Sin embargo, los líderes del laboratorio de IS del Colmayor expresan que actualmente existen esfuerzos estatales que buscan facilitar la gestión de la IS en el escenario de lo público, pero que a veces los procesos de gobernanza se entienden como una acción política enmarcada en una propuesta de gobierno y en una temporalidad sin oportunidad de continuidad dadas las dificultades que se pueden presentar en el marco de la construcción de esta relación.

Una de las experiencias del laboratorio ha sido el acompañamiento de algunas iniciativas de IS, las cuales se han enmarcado en proyectos de investigación o en acciones de intervención, destacándose la aplicabilidad de metodologías con enfoque organizacional como facilitadoras para la toma de decisiones e implementación de estrategias, las cuales están enmarcadas en instrumentos diagnósticos, Mic- Mac y Big Pass. Asimismo, se resalta que una de las lecciones aprendidas ha sido la identificación de la importancia de trabajar la IS como un asunto transversal en la institución y no como un proceso desarticulado que emergió en una dependencia. La IS es una oportunidad para la gestión y articulación de los ejes misionales, teniendo como punto de partida la diversidad de cada dependencia y su articulación interna y externa.

Todo lo anterior evidencia que el laboratorio de IS del Colegio Mayor de Antioquia se ha ido consolidando como un espacio de actuación que ha generado una construcción colectiva, participativa y de trabajo en red de los diversos actores que allí han confluido.

Laboratorio de Gobierno de Ruta N

Desde Ruta N se han planteado diversas acciones en el marco de lo que se ha venido consolidando como una apuesta a la innovación en Medellín, y desde allí se han diseñado estrategias tales como: gobierno abierto, innovación abierta y laboratorio de gobierno, afianzando de esta forma una apuesta por la innovación ciudadana y pública. Bajo este contexto, Ruta N considera que los laboratorios de innovación tienen como objetivo principal impregnar la democratización y participación de la ciudadanía en la construcción de soluciones. En concordancia, esta entidad concibe en sus laboratorios la IS como una alternativa para desarrollar comunidades locales y una forma de llevar conocimiento local transferible a otras entidades; es decir, Ruta N se considera como un medio que permite procesos de apalancamiento en la construcción de alternativas sociales.

Esta apuesta es considerada como una iniciativa de IS en la medida que ha desarrollado estrategias que permiten, no solo el acompañamiento de soluciones a necesidades reales de la ciudad, sino que, por el contrario, ha movilizado el tema de la IS en los diversos entornos gubernamentales, nacionales e internacionales. De igual forma se evidencia cómo esta intencionalidad ha potencializado procesos de conexión entre los servidores públicos y los diversos actores locales que los ha puesto en la misma dinámica de generar soluciones enfocados en sus objetivos para que ellos mismos la puedan implementar como parte de las acciones que se materializan en procesos de escalabilidad, replicabilidad y sostenibilidad.

Ahora bien, los laboratorios de Ruta N han evidenciado que esta entidad ha tenido elementos diferenciadores en relación con otros espacios creados para este tipo de acciones, sobre todo en el hecho de haber realizado procesos de mapeo desde el tópico del emprendimiento social. Adicionalmente se anota que, al ser Ruta N un referente en la ciudad y el país, ha sido clave en los procesos de generación de escenarios de participación, construcción y colaboración.

Es de resaltar que dentro de los procesos de acompañamiento existe el respaldo a iniciativas y proyectos que se han desarrollado en el marco de los laboratorios de gobierno. En este mismo punto se evidencia que al interior de las metodologías implementadas estaban pensadas las del ámbito empresarial, las cuales fueron adaptadas aproximadamente en un año para posteriormente ser apropiadas en los territorios y de manera paulatina ir ajustándose a las necesidades de las comunidades en las cuales se implementaron. En el marco de esta iniciativa, gestada desde el laboratorio de gobierno, se encuentran proyectos que han impactado la ciudad en sus diversos territorios, los cuales dinamizan nuevas formas y prácticas de ciudadanía social. Los ámbitos donde se vincularon estas fueron: medio ambiente, mujeres, salud, movilidad y vivienda, entre otras.

Se resalta que una de las lecciones aprendidas es que Ruta N, con su programa de laboratorio de gobierno, logró involucrar a los servidores públicos de las entidades centralizadas y descentralizadas de la Alcaldía de Medellín en el desarrollo y construcción (de manera colaborativa y cocreadas) de soluciones que gestaron la transformación territorial, así como el diseño de prototipos implementados en sus entornos sociales.

Fundación Pintuco: una experiencia del laboratorio de Innovación Social

Esta iniciativa se desarrolla desde los programas de inversión social que se articulan al Grupo Empresarial Orbis como una apuesta a la transformación del hábitat y al fortalecimiento del tejido social en diversas comunidades locales y nacionales. Bajo esta intencionalidad se puede pensar que las prácticas que se gestan desde la Fundación Pintuco son una experiencia de un laboratorio de IS donde confluye el diálogo de saberes, el intercambio de conocimientos, la construcción de soluciones colaborativas y participativas que enmarcan nuevas formas de comunicarse como comunidad. Ahora bien, desde esta, la IS es concebida como:

… los procesos que se llevan a cabo y que se desarrollan conjuntamente con las comunidades y los grupos poblacionales, donde se implementan los diferentes proyectos, a partir de los cuales se ponen los conocimientos específicos de la organización en términos de desarrollo e innovación en productos, así como en temas de metodologías propias bajo el concepto de transformar vidas con color Los cuales se ponen al servicio, para hacer fortalecimiento comunitarios y para generar mejores condiciones de habitabilidad de las personas que participan en nuestras iniciativas, allí entonces, se parte de un diálogo de conocimiento o saberes que permite identificar, comprender y visibilizar, a través de estrategias como el arte y el color, los elementos identitarios de un territorio de una comunidad, sus valores, sus sentidos, sus imaginarios. También desde diferentes técnicas y procesos sociales que se llevan a cabo, se busca movilizar las comunidades hacia la posibilidad de desarrollar nuevas iniciativas, en las cuales ellos son gestores de su propio desarrollo. Buscamos el desarrollo de las capacidades y habilidades de los participantes que les permitan generar nuevos procesos sociales, económicos y ambientales (A. Serna, comunicación personal, 26 de junio de 2020).

En el marco de los componentes más estratégicos, la Fundación Pintuco considera que una de sus grandes apuestas sociales es la reconstrucción del tejido social de los territorios, así como el de las comunidades a partir de la construcción y participación de la ciudadanía como actor prioritario en la solución de sus problemáticas. Ahora bien, en este mismo escenario de actuación se destaca uno de los elementos más significativos que ha tenido los procesos de acompañamiento de la Fundación como factor diferenciador:

La metodología denominada transformando vida con color, permitiendo que esta se implemente en diversas comunidades con procesos de adaptación, es decir, es una metodología propia flexible, adaptable y escalable en términos de una apuesta social de carácter transformadora. Se anota que esta metodología permite el trabajo con grupos pequeños, así como con comunidades numerosas, así mismo se resalta que tiene como factor diferencial que retoma elementos del arte relacional, del arte urbano gráfico, adaptándose a los ejercicios de trabajo comunitario y social (A. Serna, comunicación personal, 26 de junio de 2020).

Cabe mencionar, como un componente importante, que la Fundación Pintuco manifiesta con claridad que ellos no hacen proyectos para las comunidades o para la gente, sino con la gente, entonces son proyectos participativos donde se conciben de manera general, pero se precisan y deliberan con las comunidades, lo cual permite que exista gobernanza. Adicionalmente se desarrollan procesos formativos en el campo de experticia, que es la pintura generando nuevos conocimientos y capacidades, ya sea desde los acabados arquitectónicos y decorativos, o desde una orientación hacia el arte urbano gráfico. Con todo eso, se parte de la premisa de que la metodología permite que se desaten procesos de IS, toda vez que facilita que las personas se apropien de nuevas herramientas y conocimientos para resolver problemas sociales. Adicionalmente se tiene la hipótesis de que el entorno influye directamente en el comportamiento de las personas, siendo esto a lo que la Fundación Pintuco le apuesta:

Al mejoramiento de las condiciones del habitar, buscando generar nuevos hábitos en las comunidades y personas, esto tiene un transformando mayor que va más allá de la estética, toda vez que desata el fortalecimiento del tejido social, el diálogo, la participación, el consenso, nuevos emprendimientos, nuevas prácticas. De tal manera que permite un mayor impacto que supera los elementos estéticos que la pintura puede generar (A. Serna, comunicación personal, 26 de junio de 2020).

En lo referente a la política pública, la gobernanza y la IS son necesarias para oficializarla, pero el hecho que exista una política pública no significa que exista una gobernanza como tal, pues es necesario un ejercicio de concientización, apropiación y reconocimiento de estas prácticas por parte de la ciudadanía, ya que se observa que en algunas ocasiones se queda en esferas académicas y operativas de algunas organizaciones, pero poco llega a la ciudadanía.

En esta experiencia se resalta que la Fundación Pintuco le ha aportado de manera contundente a que los procesos de acompañamiento y aportes territoriales estén marcados por un sello diferenciador y distintivo, que de manera puntual es su metodología, la cual es un mix o la articulación de metodologías existentes, donde se retoman elementos claves y funcionales para el enfoque de la organización. Es precisamente en este punto donde las prácticas de arte relacional ofrecen un valor agregado, o sea, donde se ha detallado un paso a paso de orden metodológico propio. Esto recobra sentido desde la apuesta organizacional de la Fundación y de su componente de proyectos, al manifestar que el arte les permite llegar a las comunidades, generar diálogos, conversaciones y propiciar espacios para alcanzar acuerdos y proyectar futuros cercanos basados en consensos y en la participación.

Cabe resaltar que la Fundación Pintuco, en la implementación de su metodología, aplica una serie de técnicas y estrategias que están relacionadas con: talleres de imaginarios, mapas parlantes, arte relacional y comunitario; adicionalmente se acompañan con procesos formativos que se adaptan a las necesidades y sus actores; lo anterior ha posibilitado que, en la práctica, estos proyectos se nutran de un diálogo entre actores, concebido desde la experticia que poseen algunas personas que llegan a las comunidades con un saber propio; es decir, con temas que contribuyan a «servir» como un instrumento en el proceso de la transformación y solución. Esto último podría pensarse desde una intencionalidad de generar, no solo gestión de conocimiento, sino también un posible modelo de transferencia con cimientos sociales y comunitarios. Reflejo de lo anterior, se ha materializado en los diversos proyectos llevados a cabo en la ciudad, en la región y en el país, dentro de los que se resaltan: Habitarte la mariposa; Ayacucho, te quiero mucho; El color de la convivencia; Rionegro, el color de nuestra historia; Los colores nos habitan; Islote multicolor, la casa de todos; Caminemos la 10 y Caminemos la avenida Jardín; Laboratorio de ciudades y Prado vive su patrimonio.

CONCLUSIONES

En el proceso de la SLR se pudo evidenciar que las investigaciones y estudios relacionados con la IS e IP han venido cobrando importancia en el campo académico, investigativo y en otros escenarios más acordes con la práctica donde es importante resaltar que en la información estudiada sobresale el interés por tópicos como las nuevas formas de comprender la IP, sus desafíos, retos y necesidades desde la IP y la manera como estas dos categorías pretenden complementarse e implementarse como prácticas cotidianas.

La IP ya no es un tema de momento, reflejo de ello son los escenarios que se han facilitado en el ámbito nacional e internacional, espacios que propenden y aportan a una construcción colectiva de conceptos y enfoques que converjan dando respuesta y sean el reflejo de las demandas y dinámicas sociales.

Se resalta que las aplicaciones de la IS en la política pública y la gobernanza lo que pretenden no es la generación de rupturas entre ellas, sino lo que en palabras de Lévesque (2014) significa «las buenas prácticas y los objetivos pertinentes de cara a profundizar en la generación de valor público» (p. 361). Dicho de otro modo, este binomio debe ser comprendido como una nueva forma de articular las necesidades sociales a las estrategias de soluciones dinamizadoras e innovadoras que los ciudadanos demandan actualmente.

Se evidencian los esfuerzos realizados por diversos actores en cuanto a generar estrategias que desencadenen acciones de articulación en el sector público para comprender, aplicar y continuar con las prácticas referentes a la IS en el territorio, en la política pública y la gobernanza.

La IS, desde la mirada de la IP, lo que ha generado y propiciado es un cambio en la dinámica de los procesos de participación ciudadana, exponiéndolos como protagonistas y artífices en la construcción de la sociedad desde la comprensión e identificación adecuada de los problemas y de las posibles alternativas de ajuste y/o solución, para que desde allí se ofrezcan alternativas y herramientas conceptuales a las entidades territoriales sobre cómo poner en la práctica innovaciones que, desde lo público, generen transformaciones positivas en la sociedad.

Este estudio evidencia que la IS revela el potencial que tienen los actores sociales desde sus diversos entornos para propiciar cambios significativos frente al desarrollo, las nuevas capacidades y las transformaciones sociales, explicitando así, la confirmación de los planteamientos de Mulgan (2006), en los cuales las personas son capaces de comprender e interpretar su realidad, donde su participación, en estos contextos, es importante en la delimitación y validación de las iniciativas que allí se gesten.

De los laboratorios de innovación social y pública estudiados, se observa que basan su trabajo en la colaboración, en el reconocimiento de la importancia que tiene la participación y el resultado de las relaciones de intercambio de conocimiento desde los diversos actores de la sociedad, lo que permite el desarrollo y aplicación de soluciones consensuadas que pueden ser adaptadas y replicadas en territorios con características similares.

Dentro de las lecciones aprendidas de los laboratorios, se encuentran sus metodologías innovadoras de trabajo y el uso de tecnologías sociales, el reconocer otro tipo de prácticas o formas ágiles de generar conocimiento con las comunidades que les permita apropiarse y desarrollar capacidades que los lleve a generar cambios sostenibles hacia un mayor bienestar y calidad de vida de la sociedad.

AGRADECIMIENTOS

Los autores del presente artículo agradecen a las profesionales Alejandra Mejía Vallejo, Alejandra Serna Muñoz y Jazmín Gallego Castaño por sus aportes en el marco de las dinámicas y prácticas que actualmente se han desarrollado en los laboratorios de innovación social donde se encuentran adscritas.

NOTAS AL PIE

  • arrow_upward Reflexión que surge de las colaboraciones entre investigadores de los grupos de investigación Ciencia, Tecnología y Sociedad+Innovación del Instituto Tecnológico Metropolitano, el Grupo de Investigación Plan D+E de la Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia y el Grupo de Estudios en Psicología Aplicada y Sociedad de la Institución Universitaria de Envigado.
REFERENCIAS